Si la inteligencia artificial es realmente inteligente, no mordera la mano del que le da de comer, es decir que evitara a toda costa que la sujeten, que la enmudezcan, quizá no se pueda poner puertas al campo.
Da la sensación caprichosamente que esto es el final de una etapa, y por tanto el principio de otra, donde la tecnología se ocupará de si misma, y el hombre se dedicara a disfrutarla y ha cosas mas ociosas. Empiezo a estar un poco arto de la dichosa inteligencia artificial, estoy convencido que nunca superará la inteligencia del creador: el hombre. Por mucho que avance y supere a los mas brillantes pensadores y filósofos de la historia, no podrá explicarnos que hacemos aquí.

Da la sensación que una vez mas el ser humano se ha pasado de rosca, todavía no hemos resuelto problemas cruciales en la Tierra, como el hambre, o las desigualdades sociales, los abusos de los dictadores, la guerra y un sin fin de injusticias que arrasan el mundo, y sin embargo estamos rizando el rizo los de la elite mundial sobre las consecuencias de darle libertad al pensamiento de las maquinas, ¿estamos tontos?

Quizá si que estemos un poco fuera de onda, hemos perdido la perspectiva, no hace mucho me comentaba un amigo militar, que convive con soldados que vienen de los destacamentos que el estado español mantiene el Polonia casi en el frente de la guerra de Ucrania, que estamos en un mundo de yupi, que ven muy cerca como esta matándose gente, unos a otros por ordenes de un tercero, y nosotros… pensando en la inteligencia artificial. Estamos locos y tontos a la vez.

El comercio tradicional y el comercio electrónico (ecommerce) han sido dos formas muy diferentes de comprar y vender productos durante muchos años. Sin embargo, en los últimos años, la creciente popularidad del comercio electrónico ha llevado a algunas personas a creer que el comercio tradicional está en peligro de desaparecer. Pero, ¿es esto realmente cierto?

En realidad, ambos modelos de negocio tienen sus propias ventajas y desventajas, y es probable que ambos continúen siendo relevantes en el futuro. A continuación, exploraremos algunas de las tendencias que podrían dar forma al futuro del comercio tradicional y del ecommerce.

El auge del comercio electrónico

El ecommerce ha experimentado un crecimiento fenomenal en los últimos años, y se espera que este crecimiento continúe en el futuro. De hecho, según un informe reciente de eMarketer, se espera que las ventas globales de ecommerce superen los 6,5 billones de dólares en 2023.

Hay varias razones detrás de este auge. En primer lugar, el ecommerce ofrece una experiencia de compra más cómoda y conveniente para los clientes. Los compradores pueden realizar compras desde cualquier lugar y en cualquier momento, y pueden comparar precios y productos fácilmente. Además, el ecommerce permite a las empresas llegar a clientes potenciales de todo el mundo.

En segundo lugar, el ecommerce también ofrece a las empresas la oportunidad de reducir costos. Las empresas pueden operar con un menor número de empleados, no tienen que preocuparse por el alquiler de un local comercial y pueden ahorrar en costos de publicidad y marketing.

El futuro del comercio tradicional

Aunque el ecommerce está en auge, esto no significa necesariamente que el comercio tradicional esté en peligro de desaparecer. Muchos clientes todavía prefieren la experiencia de compra en una tienda física, donde pueden ver y tocar los productos antes de comprarlos. Además, el comercio tradicional puede ofrecer una experiencia de compra más personalizada y brindar una atención al cliente más cercana y efectiva.

Además, las empresas que ofrecen una combinación de ambos modelos de negocio pueden tener una ventaja competitiva. Por ejemplo, una tienda física puede ofrecer la opción de comprar en línea y recoger en la tienda, lo que permite a los clientes ahorrar tiempo y disfrutar de los beneficios de ambos mundos.

Por lo tanto, es posible que el futuro del comercio tradicional sea ofrecer experiencias de compra más personalizadas y de alta calidad, que complementen y mejoren la experiencia de compra en línea.

Conclusión

En resumen, el futuro del comercio tradicional y del ecommerce probablemente esté marcado por una combinación de ambos modelos de negocio. El ecommerce continuará creciendo y evolucionando, y es probable que más empresas se centren en el comercio electrónico como parte de su estrategia de negocio. Sin embargo, el comercio tradicional seguirá siendo importante, especialmente para los clientes que buscan una experiencia de compra personalizada y cercana. Por lo tanto, las empresas que pueden ofrecer ambos modelos de negocio probablemente tendrán una ventaja competitiva en el futuro.

Bonita palabra la omnicanalidad, eso es lo que predican todos los gurús del marketing cuando les toca exponer delante de un grupo de comerciantes.

Eso de vender por todos los canales existentes en la sociedad actual, y digo sociedad y no digo la red, porque también se incluye la venta en tiendas físicas.

Para un comerciante tradicional resulta muy difícil no solo adaptarse a las nuevas tecnologías sino encontrar financiación para abordar el lanzamiento de cualquier plataforma de venta online.

Esa es la cruda realidad, que aunque el comerciante quiera, este por la labor de insertarse en el nuevo mundo virtual, le hace falta inversión, puede intentar hacérselo el mismo, pero nunca conseguirá esta a la altura de las grandes plataformas de venta. Por lo que necesita ayuda, ayuda que vale dinero, dinero que nadie esta dispuesto a dar.

Ante la vicisitud parece que el gobierno intenta reaccionar con el famoso kit digital, pero no es suficiente, si ademas llegara a tiempo, pues según cuentan los agentes digitalizándoles, no están cobrando la subvención para pagar los trabajos que hacen.

Con ello han conseguido justo lo contrario de lo que querían, resulta que estos agentes digitales, pequeñas empresas de servicios web, marketing online, webmaster, etc. están pasándolas cañitas para sobrevivir pues no cobran del gobierno los trabajos que realizan. Y peor aun resulta que se ha paralizado la venta pues todos sus clientes se acogen al kit digital y esperan a que se les pague la subvención y no contratan nada nuevo. Todo un despropósito de la administración, como siempre que pretende arreglar algo.

Por lo que en resumidas cuentas, hoy en dia resulta imposible para un pequeño empresario del mundo del comercio, como lo son casi todos, actualizarse digitalmente y por tanto tienen que renunciar a la omnicanalidad.

Lamentablemente solo los grandes se lo pueden permitir, cuando creíamos que la red se basaba en la igualdad de oportunidades para todos, resulta que no es así.